Las Consecuencias de la Pornografia

El consumo de pornografía está relacionado con la depresión, ansiedad, estrés, así como cambios en la satisfacción sexual, amorosa y peor calidad de vida.

El consumo excesivo de pornografía ha preocupado a usuarios, científicos, psicólogos y terapeutas sexuales. El reporte de VEJA de esta semana muestra que los investigadores ya hablan de la posibilidad de un vicio en material pornográfico, que funcionaría a semejanza de drogas como la cocaína.

Estudios globales estiman que entre el 50% y el 99% de los hombres les gusta acceder a material adulto en Internet. En el caso de las mujeres, la tasa varía del 30% al 86%. Los datos son similares en Brasil.

 Estadisticamente hablando, se calcula que uno de cada 10 consumidores de Pornografía no puede interrumpir el hábito de ninguna manera, por lo que podríamos inducir síndrome de adicción. Protegidos por el anonimato, relatan en las redes sociales y en foros de Internet que la práctica se ha vuelto compulsiva, lo que causa grandes pérdidas tanto en la vida personal y en la sexual. "La pornografía me dejaba depresivo perezoso. Era una verdadera batalla para levantar y encarar el día. Se trataba de evitar muchas situaciones sociales, a menos que estuviera borracho. Ahora, lejos de los vídeos, pasé a toneladas de energía. Incluso para transar. ", confesó un usuario.

En el intento de deshacerse de la dependencia, los adictos, por así decirlo, provocaron un fenómeno en las redes sociales - el de personas que defienden la privación absoluta de sexo virtual. Lejos de cuestiones morales y religiosas, lo que se quiere es volver a sentir placer con cuerpos reales. El movimiento, llamado "porn-reboot" o reinicio al porno, en libre traducción, ya tiene miles de seguidores en todo el mundo, incluyendo Brasil. Los adeptos describen los beneficios sociales, físicos y mentales de la abstinencia. Uno de los mayores entusiastas del asunto, el biólogo estadounidense Gary Wilson, de la Universidad Soutern Oregon, defiende la abstinencia como forma de tratamiento. "De dos a seis meses lejos de la pornografía impactan positivamente en la vida social, afectiva y, sobre todo, sexual." El consejo de Wilson está lejos de ser un consenso entre los científicos.

El uso abusivo ya se ha relacionado con la depresión, ansiedad, estrés, así como cambios en la satisfacción sexual, amorosa y peor calidad de vida. Los hombres que se masturban a menudo pueden enfrentarse a otra lista de problemas. Muchos relatan no alcanzar el orgasmo durante una relación sexual con facilidad, poseen erecciones inestables y también tienen dificultad para excitarse con parejas reales. Es decir, cuando están entre cuatro paredes, resulta difícil reproducir la perfección alcanzada por la combinación de estímulos visuales de la pornografía y de los movimientos mecánicos de la masturbación, en el ritmo e intensidad ideales.